En talleres Granada hacen magia con tu coche.

Mi abuelo le regaló a mi padre su primer vehículo en el año 1976 les parecerá curioso que recuerde ese año, pero es que ese mismo coche fue el que mi padre me regalo a mí. Casi 40 años después, se podrán imaginar el estado en el que se encontraba, solo un mago podía hacerlo lucir como cuando estaba nuevo, pero resultó que en Talleres Granada existía la magia que necesitaba.

Un buen día mi padre me invitó a dar unas vueltas en su coche, quería que tuviéramos una conversación de hombre a hombre, no tenía idea que quería hablar conmigo hasta que llegamos a casa de mis abuelos, al cabo de unos minutos estábamos tres generaciones en el porche de la casa conversando.

Empezaron con el discurso clásico, de que un hombre es completamente un hombre cuando tiene su primer coche y se hace responsable del él, mi corazón comenzaba acelerarse, al oír esas palabras, me preguntaba al mismo ¿Será que por fin mi padre se decidió a comprarme el coche que quería? Luego de unos minutos descubrí que no era así, sino que me daría el que él tenía.

Su primer coche estaba guardado en casa de mis abuelos como si fuera un trofeo, cosa que no entendía. Lo que tampoco podía entender es que podía hacer con el carro de los “Dukes de Hazzard” pero bien, lejos de estar como el de la serie.

Mi padre me recomendó un taller en Granada, que era muy bueno, no le creía hasta que fuimos y llevamos el coche, si se le podía llamar a esa cosa coche. El mecánico que nos atendió un poco incrédulo me dijo que podían dejarlo como nuevo o que lo podían intentar sin darme seguridad, era la única opción que tenía.

Al cabo de un mes fui a buscar mi coche como me habían dicho y no se imaginan lo sorprendido que quedé al ver aquel coche recién pintado, con llantas nuevas y un motor que brillaba al levantar la cajuela del vehículo. Solo “Harry Potter” hubiera podido hacerlo. Realmente en los talleres Granada hacen magia.

Talleres granada

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