Cada vez es más frecuente en la sociedad moderna que los matrimonios no duren. Algunas de las dificultades que afrontan son propias de esta época, pero otras han sido enfrentadas por todas las parejas a lo largo de la historia. De lo cual podríamos concluir que quizás, la necesidad de recurrir a unos abogados divorcio Cáceres ha estado siempre presente.
En los Estados Unidos la tasa de divorcios actual varía entre un 40 y un 60%, poniendo en evidencia la complejidad de las relaciones sentimentales. La cantidad de separaciones se incrementa continuamente ¿Cuál es la razón? ¿Por qué se han disparado los índices? La lista es larga y los factores de mayor relevancia incluyen:
- Ausencia de compromiso: se trata de un elemento indispensable; en su ausencia es casi imposible que una relación dure, en especial, una conyugal. Esto se nota en una actitud de “al primer inconveniente nos separamos” o “solo me preocupo por mí mismo”. Es evidente que pensando de esa manera el divorcio es inevitable.
- Peleas continuas: discutir en exceso con pérdida del autocontrol produce un desgaste profundo de los sentimientos. Esta es, generalmente, una señal externa de un mal funcionamiento que incluye descoordinación, fallas en la comunicación, inmadurez, incapacidad para enfrentar y resolver los problemas o presencia de objetivos diferentes en la vida.
- Infidelidad: un error que pocos admiten ante su pareja, pero por muchos es considerado el primer factor de divorcio; sin embargo, apenas ocupa la posición No 3 (50%) de la lista de causas de separación. Un hecho curioso es que hasta un 90% de los encuestados consideran que el acto es inadmisible desde el punto de vista moral.
- Inicio temprano: un matrimonio entre adolescentes tiene altas probabilidades de fracasar. La razón podría ser que las personas jóvenes aún no asumen el nivel de compromiso, la constancia ni las actitudes requeridas frente a la vida de casados.
- Expectativas exageradas: casarse implica cambiar de estilo de vida y cuando lo que se espera es poco realista, los problemas no tardan en aparecer. Creer que el idilio y el romance durarán eternamente suele conducir a aceleradas decepciones.