El amianto es un mineral conformado por fibras de hierro, aluminio y magnesio principalmente, se trata de un material resistente al calor y al fuego, no conduce electricidad y tiene un periodo de duración bastante elevado, lo que lo convierte en un material perfecto para diversas industrias, como textiles, construcción y otra gran gama de actividades.
Durante el siglo XX se hizo uso extenso del mineral para trabajos industriales, y con el tiempo se detectó un problema muy serio, las fibras de asbesto eran nocivas para la salud, sobre todo cuando entraban en contacto con el aire y a su vez respiradas por la persona causan enfermedades como asbestosis, cáncer de pulmón y otros problemas respiratorios, razón por la cual, en el 2011 se prohibió en España el uso y comercialización de tal mineral.
Sin embargo, aún está presente el riesgo de exponerse a una contaminación, específicamente en lo que se refiere a actividades en obras civiles, como demoliciones, inspecciones técnicas, mantenimiento y reparaciones e incluso reformas, por consiguiente, se fundaron empresas para retirar amianto de forma segura, llevando a cabo un plan de retirada que contemple especialmente la seguridad del personal y del entorno.
Equipos para retirar asbesto
1.- Protección respiratoria: son indispensables para desarrollar el trabajo, se pueden emplear productos filtrantes de partículas o de suministro de aire, dependerá de las horas de exposición el entorno, los niveles de riesgo que se presentan y las evaluaciones higiénicas.
Si se van a utilizar filtrantes de partículas es importante que sean de la mejor calidad posible, se pueden mencionar mascarillas autofiltrantes, piezas faciales con un filtro acoplado o un equipo motorizado que además de filtrar, proporcione aire. Entre los equipos de suministro ya se trata de mascarillas completas que aportan el oxígeno que necesita el operario sin permitir la entrada de aire del exterior.
2.- Indumentaria: las partículas de amianto pueden filtrarse o adherirse a la ropa dejando la posibilidad de inhalación posterior al trabajo. Es importante que las prendas cumplan con la protección certificada EPI de categoría III, grado de resistencia, comodidad, permeabilidad y, preferiblemente, que sea desechable.