La industria petroquímica aporta un elemento distintivo a nuestra sociedad que definitivamente la caracteriza, al igual que sucedió en épocas anteriores con productos representativos de las mismas. Hablamos del versátil plástico, útil para muchos usos, cuyo desarrollo tecnológico ha llevado a la fabricación de envases PET económicos.
El mundo conoció y clasificó períodos previos: edad de piedra, del cobre, del bronce, del hierro y luego se trabajó con metales distintos. Así, se hizo cada vez más amplio el rango de materiales explotados: aluminio, níquel, plomo, estaño, zinc, y, también la diversidad de aplicaciones que a los mismos se les dieron.
El carbono, a pesar de ser un no-metal, se mantiene siempre cerca de esa competencia por constituir el componente base de la madera y otros productos vegetales. Estos se emplean directamente como recipientes o se procesa la materia prima para obtener dispositivos y herramientas, con diversos beneficios.
Las grandes ventajas del petróleo
En esta época de uso intensivo de los hidrocarburos, sus derivados se procesan obteniéndose una gran variedad de materiales; lográndose entonces la propulsión de la carrera meteórica de las industrias petrolera y petroquímica. El plástico suple muchas necesidades existentes, dando pie continuamente al surgimiento de ideas novedosas para su empleo.
En una visión de futuro podríamos decir que, muy probablemente, la presente cultura sea clasificada como “edad del plástico”. Sus aplicaciones se han hecho tan variadas y universales que se consiguen en todos los ámbitos de la colectividad actual, en cualquier país del planeta sin importar las condiciones socioeconómicas del usuario.
La investigación y la intensa expansión de la manufactura del plástico permitieron que se pudieran desarrollar distintas especificaciones de productos, con características distintivas que les hacen mejor utilizados en unas áreas que en otras. Al final, toda la humanidad se ha visto beneficiada con su presencia.
La industria alimenticia, por ejemplo, se favoreció grandemente con la aparición del tereftalato de polietileno (PET), con el cual se elaboran envases baratos, reciclables, livianos y, sobre todo, capaces de proteger sin contaminar el contenido. Asimismo, actúan como exhibidores por su transparencia y fácil ubicación en lugares donde atraen la atención de los clientes.