La Garriga está ubicada en el Vallés Oriental, al ser parte de la provincia de Barcelona es parte de España, específicamente ubicada en Cataluña. Sus conocidas aguas termales, su famosa arquitectura, la calidad de sus alfombras y sus muebles la hacen muy importante dentro de dicha locación, pero lo que muchas personas ignoran es el potencial gastronómico que se esconde en su comida, visitar un restaurant La Garriga es un deber.
Sus salsas, pescados y embutidos son íconos de su gastronomía reconocidos internacionalmente, esto debido a la frescura de sus ingredientes autóctonos y al desarrollo que por años han aplicado distintos chef en cada una de sus insignes recetas, como bien lo es la famosísima crema catalana, las distintas preparaciones en base al bacalao, o sus salsas como lo son la alioli, el uso del romero, etc.
Estos restaurantes tienen la particularidad de atender al comensal como a uno más de la familia, de hecho el buen servicio es uno de los factores más resaltantes aparte de su comida, las recomendaciones hechas por los meseros, así como la garantía de satisfacción al momento de entregar el platillo son bien recibidas por todos los visitantes. Las tradicionales técnicas de preparación hacen maravillas en sus platos en pocos minutos.
Sin duda alguna, Cataluña es un lugar con increíbles atractivos naturales y por sus impresionantes rasgos históricos de la época del modernismo, aspecto que sigue estando presente en la mayoría de los restaurantes de mayor antigüedad en la ciudad. Luego de dar un paseo por la ciudad, nada como sentarse en un restaurante de La Garriga y reconfortarse con un delicioso consomé de mariscos de entrada para reponer energías.
Lo mejor que puede degustarse con las preparaciones a base de vegetales de la temporada, de bacalao y de mariscos, ya que son productos totalmente frescos prácticamente recolectados a diario lo que asegura que cada receta saldrá con el mismo sabor en cada visita en caso de quedar enamorado de algún plato en específico, como lo son los famosos buñuelos de bacalao que encantan a más de un comensal.
Una experiencia memorable y totalmente sensorial, así podría clasificarse la gastronomía catalana.