Cuando se produce un accidente de tráfico, siempre que no haya contratado un buen seguro, va a hacer falta calcular indemnización por accidente. Sin embargo, si tenemos contratado un seguro a todo riesgo o incluso un seguro menor, no hará falta calcular nada ya que, la compañía de seguros, se va a hacer cargo de todo.
Por lo tanto, y en este sentido, en este artículo se van a intentar señalar los principales seguros que existen de cara a protegerse cuando se produzca un accidente de circulación.
Seguro de responsabilidad civil obligatoria
Este tipo de seguros, como su propio nombre indica, van a ser totalmente obligatorios, por lo tanto, en principio ya se va a tener algo para asegurarse en caso de que haya un accidente. Este tipo de seguro también se suele denominar “seguro a terceros” y siempre va a ser obligatorio cuando se quiera conducir un coche o un ciclomotor. La función que va a tener este seguro es la de cubrir todos los daños que hayan sido ocasionados a terceras personas y siempre por parte de la persona asegurada en la compañía. El importe de los daños materiales y personales suelen tener un límite máximo según el tipo de seguro contratado. Por lo tanto, en el caso de que una persona supere los límites de la indemnización, el asegurado deberá de calcular indemnización por accidente y deberá abonárselo a la compañía de seguros o incluso, a la persona víctima del accidente o del siniestro.
En este tipo de seguro, no será obligatorio abonar la indemnización siempre que se pruebe que se ha cometido por imprudencia o por una negligencia por parte del otro perjudicado.
Seguro a todo riesgo
Este seguro va a ser de establecimiento voluntario, por lo tanto, también se va a denominar “seguro de responsabilidad civil voluntario”. Este tipo de seguro va a cubrir todos los daños o perjuicios que no estén cubiertos por el seguro obligatorio. En este sentido, se puede señalar, por ejemplo:
– Todos los sufridos por todas las personas relacionadas con el asegurado y que además, deben de vivir a sus expensas. También cubrirá todos los daños que puedan sufrir las personas que son transportadas por el asegurado.
– Todos los daños que sufra el coche asegurado, así como, solo en algunos casos, el robos, incendio o incluso la rotura de los cristales o de las lunas.
– También cubrirá los daños que sufra el vehículo en el caso de que la persona que conduzca, ha bebido alcohol o ha tomado algún tipo de sustancia estupefaciente. Además, también incluirá de los daños sufridos si la persona que conduce no tiene el carnet de conducir o si ha incumplido la normativa actual.