El agua es uno de los recursos vitales para la vida humana, animal y vegetal, por ello constantemente se buscan métodos para poder aprovecharla al máximo y lograr una distribución adecuada para todos los sectores de la población, como por ejemplo, la potabilizacion del agua.
La realidad es que no toda el agua es adecuada para el consumo humano, algunas veces ni siquiera es adecuada para el riego en granjas, es por ello, que este tema preocupa con frecuencia a los consumidores y a los gobiernos, tratan de descifrar cómo lograr una apropiada calidad de agua, que se destine a la población, con la certeza de evitar la propagación de enfermedades a través de ella.
Aunque la mayoría de las zonas urbanas cuentan con una adecuada distribución de agua de calidad, en las zonas rurales el panorama suele ser distinto, en especial en los lugares que se encuentran en países en vías de desarrollo.
Lo anteriormente expuesto, se debe a que las industrias y las concentraciones urbanas producen aguas residuales, y si bien existen métodos para su tratamiento, con el fin de separar los contaminantes y devolverla a ríos, lagos o para alimentar mantos acuíferos, la calidad de la misma no alcanza un nivel adecuado de pureza para que pueda ser consumida por humanos, acorde a los criterios de salud aprobados en diferentes países.
Enfermedades por falta de agua potable
El mayor problema causado por la falta de agua potable son las enfermedades que se propagan a través de ella. Aun si el agua que se consume no ha sido mezclada con aguas residuales tratadas, si no ha pasado por un adecuado proceso de potabilización, su consumo puede representar un riesgo para la salud, pues todavía puede contener microorganismos que provoquen enfermedades en humanos y animales domésticos.
Las investigaciones en torno a este tema, han llevado a presentar sistemas más compactos para potabilizar el agua y que empleen sistemas alternativos de energía, haciendo uso principalmente de celdas solares para su funcionamiento. Este tipo de sistemas beneficiarían a comunidades pequeñas o que tengan un difícil acceso a todos los servicios urbanos, pues en contraste con la mayoría de la población de las ciudades, existen lugares en los que las personas no tienen acceso a energía eléctrica, agua entubada o servicios de salud adecuados.
Los sistemas compactos de potabilización de agua permitirían a estas comunidades mitigar el impacto negativo a su salud, brindando agua limpia para su consumo, para la preparación de alimentos, e incluso beneficiando su higiene personal, evitando que niños y adultos mueran por enfermedades prevenibles y tratables.