La muerte es un momento clave de nuestra vida en el cual debemos pensar, ya que tras el hecho suceden una serie de acontecimientos que afectan enormemente a nuestros familiares y allegados. Para eso lo ideal es tomar previsiones y dejar nuestras últimas voluntades escritas en un testamento, este proceso conlleva tanto para el testador en vida como para los herederos a una serie de trámites de herencia en conformidad con la ley.
Aunque al pensar en el tema siempre surgen ciertos miedos e inquietudes, la organización y designación de nuestros bienes le allanarán el camino a nuestros familiares una vez que ya no se está en el mundo físico.
El testador debe comenzar el proceso de realización del testamento bajo la asesoría de un abogado especialista en herencia, de esta manera de que el documento no tenga vacios, otorgándoles a cada descendiente consanguíneo y a los herederos no forzosos lo que legalmente les corresponde.
Lo más importante de un testamento es que el mismo exprese de forma sencilla las voluntades del testador. Posteriormente, los legitimarios deberán tomar la decisión de aceptar o rechazar la herencia. Para cada uno de estos casos el procedimiento y las implicaciones legales son distintas, por lo cual la asesoría legal se torna indispensable.
Antes de decidir aceptar o repudiar la herencia, los familiares directos tienen derecho de solicitar un inventario del patrimonio del fallecido para verificar a cuanto asciende de forma monetaria. La relación entre activos y pasivos del testador es fundamental para tomar cualquier postura jurídica.
Una vez tomada la decisión, se procederá a definir el pago de impuestos por sucesiones de acuerdo a los bienes heredado. Este coste varía de acuerdo a la comunidad y debe ser cancela en el plazo legal estipulado de un año.
Ahora bien, si al conocerse el testamento hay cierto desacuerdo por uno o varios herederos la interrogante que surge es ¿Cómo impugnar un testamento sin conocer su contenido? Para responder a esta inquietud lo primero es contar con un experto legal, ya que se realiza a través de una demanda judicial con la presencia de pruebas.
Este acto legal solo se lleva acabo si hay presencia de desheredamiento, por consiguiente el heredero tiene derecho de apelar legalmente. Este caso solo se puede avalar si ocurre una de las causales establecidas en la ley. El plazo para impugnar un testamento es de quince años, luego de ocurrido el deceso del familiar testador.
Los procesos de herencias resultan ser incómodos para los familiares y engorrosos si son abordados sin el conocimiento adecuado. Acudir a abogados expertos en herencia nos evita incurrir en mayores gastos y tomar la decisión adecuada para nuestros intereses y el resguardo de nuestro patrimonio.